En este caso yo la he hecho muy básica: de jamón y queso, pero podéis poner los ingredientes que queráis: con champiñones, con distintos tipos de queso, con atún, etc.
Con esta receta hago una pizza del tamaño de una bandeja de horno.
Ingredientes:
para la masa:
- 1 vasito (o una tacita de café) de agua templada
- 1 vasito (o una tacita de café) de aceite de oliva suave o de girasol
- una cucharadita de levadura
- una pizca de sal
- harina: la que admita
para la pizza:
- salsa de tomate (yo uso un brick pequeño de tomate frito)
- jamón york (unas 10 lonchas)
- 1 bolsita de queso rallado (yo uso mozzarella), pero podéis usar cualquier tipo de queso rallado.
- orégano
- albahaca
Elaboración:
Mezclar en un bol el agua, el aceite, la levadura y la sal. Finalmente añadir la harina y mezclar con las manos. Añadir harina hasta que la masa no se pegue y quede compacta. Si tenéis tiempo podéis dejar la masa reposando en nevera unos 15-30 minutos. Si no tenéis tiempo no pasa nada, podéis hacer la pizza directamente.
Cuando tenemos la masa hecha la extendemos en la bandeja del horno (yo la extiendo mucho hasta que me queda una masa fina). La pinchamos con un tenedor y la horneamos a 150º unos 10 minutos.
Sacamos la masa del horno que ya se ha cocinado un poco y ponemos los ingredientes de la pizza: la salsa de tomate, un poco de orégano, después jamón york (a lonchas o a trocitos), el queso y al final más orégano y albahaca si os gusta.
Hornear unos 20 minutos, hasta que la masa esté dorada y el queso fundido.
Podéis combinar los ingredientes que más os gusten!
